miércoles, julio 23, 2014

* A PROPOSITO DE MALOS TRATOS



Existe la creencia de que el maltratador responde a un patrón conductual, a un perfil, a una personalidad concretos y muy definido que parece que ya todo el mundo conoce y con ello ser suficiente para su identificación. Y esto ha sido así, porque este concepto, ha sido creado por los propios hombres a su conveniencia, por una parte el perfil, “justificaba” la violencia y por otra parte, porque de esta manera, todo aquel que no estuviera encuadrado en esos rasgos, no podía por tanto, ser un maltratador.
Y este concepto os aseguro, es absolutamente erróneo.
Lo que conocemos como maltrato (en la pareja) no es ni mas ni menos que MACHISMO en estado puro es decir, la seguridad que tiene el hombre de la supremacía, el dominio, hacia la mujer a quien considera inferior y a su servicio. Es por tanto algo consustancial a nuestra cultura, y bastante arraigado en la sociedad. El maltrato en cualquiera de sus formas, es por tanto, la “herramienta”, el método de que se vale el hombre para ejercer su poder y conseguir el sometimiento de la mujer. A mayor resistencia, más violencia, porque más tiene que demostrar estar por encima de ella, algo para lo que él se siente absolutamente legitimado.
Por tanto, si nos preguntamos por el perfil del maltratador, la respuesta sería: cualquier hombre… machista. 

No nos engañemos: no hay nada más.
Los maltratadores son personas absolutamente normales y muchos son buenísimas personas en su vida cotidiana. Todo lo demás, son una serie de características, que es cierto que “pueden” ser comunes, o darse en muchos casos, pero nunca debemos encuadrarlos exacta y exclusivamente en un modelo concreto de personalidad.
Con todo esto, quiero decir que un canalla así vamos a poder encontrarlo en cualquier sitio, con cualquier disfraz. Para que el machista violento no nos encuentre a nosotras, vamos a tratar de ir dejando atrás todo lo que nuestra cultura tiene de machista que es muchísimo, vamos a luchar por dejar de ser mujeres-florero, para ser mujeres liberales y responsables, independientes, firmes y seguras, con una ESTIMA PERSONAL bien desarrollada, fortalecida, inquebrantable, que vive con su pareja porque quiere y es feliz, en igualdad, sin desequilibrios y por supuesto que no necesite a un hombre para realizarse…. esa es la mejor “vacuna” contra el temido maltrato. 
                                                                                                                                                                    

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