Los celos son una respuesta emocional, que surgen cuando una
persona percibe una amenaza hacia algo que considera de su propiedad. Pero los celos
patológicos que tanto caracterizan a todos los maltratadores, es, en realidad, algo mas que el resultado de una profunda
inseguridad hacia la pareja, es un triple
sentimiento de celos-posesión-control que llevan a tener a la víctima
totalmente esclavizada.
Los celos nunca son una señal de amor por mucho que el
maltratador lo asegure. Es un sentimiento destructor, nefasto, dañino para
ambas partes, que no denota más que inseguridad, temor a la pérdida, deseo de
control, posesión y dominio.
Siempre hay que desconfiar de quien sienta esos
celos injustificados y patológicos y más aún de quien pretende maquillarlos de
un supuesto amor.