martes, abril 03, 2012

TESTIMONIO DE UNA EX VICTIMA


A veces llegan a mi buzón mensajes tan significativo como este. Pensé que no podía destruirlo sin más y, -con permiso de su autora- lo dejo para que disfrutéis de él. 

"Quiero darte la enhorabuena por el blog y agradecerte una web que sirve de gran ayuda a quienes somos o hemos sido maltratadas por nuestras parejas. Yo fui maltratada psicológicamente durante 6 años, salí de ello, es posible salir, pero a pesar de ello todavía pienso que a veces no me creen. Me he sentido muy identificada por tus artículos y me he dado cuenta de que desgraciadamente hay muchas más mujeres en mi misma situación.

Este terrorismo doméstico va a seguir existiendo mientras no cambien las bases sociales sobre las que se sustenta, mientras a las mujeres se nos siga tratando como seres reproductores y no productores. Se elaboran leyes sin contar con nosotras, algo impensable cuando se habla de otras materias. Las mujeres seguimos encabezando los umbrales de pobreza en el mundo, las bolsas de desempleo. Y es que la vida de las mujeres tiene distinto valor que la de un político, no tiene la misma pena legal un delito de terrorismo doméstico que otro  de terrorismo político. Una mujer maltratada psicológicamente está en una situación de desamparo legal absoluta y, en cambio, las lesiones psicológicas son mayores que las físicas: destruyen tu autoestima, te hacen ser más vulnerable, te lavan el cerebro, te hacen creer que todo es tu culpa (yo era la que pedía perdón), te degradan en cada episodio de violencia, te humillan hasta límites insospechables…. Y todo eso sin darte cuenta de que estás siendo maltratada, yo me di cuenta cuando decidí separarme.

Ahora estoy en tratamiento psicológico. Soy libre, vuelvo a tener proyectos, me empiezo a querer  a mi misma, mi hija, de cuatro años, está más tranquila y más feliz, tengo más autonomía…. Estoy descubriendo una nueva vida.

Tenemos una gran tarea de coeducación en todos los ámbitos de la vida para que estas situaciones dejen de ser algo cotidiano o se las considere como inevitables.

Un fuerte abrazo, 
A. A."

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